PRIMERA PARTE
LECCIÓN 1
Nada de lo que veo en esta habitación (en esta calle, desde esta ventana, en este lugar) significa nada.
1. Mira ahora lentamente a tu alrededor, y aplica esta idea de manera muy concreta a todo lo que veas:
Esa mesa no significa nada
Esa silla no significa nada
Esta mano no significa nada
Este pie no significa nada
Esta pluma no significa nada
2. Luego mira más allá de lo que se encuentra inmediatamente alrededor tuyo, y aplica la idea dentro de un campo más amplio:
Esa puerta no significa nada
Ese cuerpo no significa nada
Esa lámpara no significa nada
Ese letrero no significa nada
Esa sombra no significa nada
3. Observa que estas expresiones no siguen ningún orden determinado, ni hacen distinción entre la clase de cosas a las que se aplican. Ése es el propósito del ejercicio. La afirmación debe aplicarse sencillamente a cualquier cosa que veas. Al practicar con la idea del día, hazlo con total imparcialidad. No trates de aplicarla a todo lo que se encuentre dentro de tu campo visual, pues estos ejercicios no deben convertirse en un ritual. Asegúrate solamente de no excluir nada en particular. Desde el punto de vista de la aplicación de la idea, una cosa es igual que cualquier otra cosa.
4. Las tres primeras lecciones no deben hacerse más de dos veces al día, preferiblemente una vez por la mañana y otra por la noche. No deben pasar de un minuto más o menos, a no ser que eso cause una sensación de premura. Una cómoda sensación de reposo es esencial.
Ayuda para la comprensión de la lección:
La primera parte del libro de ejercicios, tiene como objetivo hacernos entender que todas las cosas que percibimos con nuestros ojos, son iguales, que no existe diferencia alguna entre una y otra persona, entre una y otra situación… todo es lo mismo… una proyección de nuestra mente egóica, una sucesión de imágenes sin propósito ni significado, ni relación o conexión alguna con la realidad.
Comenzamos practicando esta lección con los objetos más próximos, para ir poco después extendiendo nuestro campo de visión hacia lo que está más alejado de nosotros.
En un sentido más amplio, comenzamos la práctica del sistema de pensamiento de Un Curso de Milagros, aplicándola a las pequeñas cosas de nuestras vidas, esta práctica nos entrena para alcanzar la maestría que nos permitirá, más adelante, aplicarlo a cualquier evento de nuestra experiencia, por difícil o doloroso que parezca, a todos sin excepción, desde la profunda comprensión de que TODOS SON IGUALES y PROCEDEN DEL MISMO LUGAR.
Los grados de dificultad, dolor o gravedad de un asunto, relación, situación, etc., los establece el ego, es el ego quien establece las diferencias, en realidad no existen niveles, todas las cosas son lo mismo. De ahí que sea fundamental no excluir a propósito ningún objeto, animado o inanimado, de los que se encuentran al alcance de nuestro espacio visual.
LECCIÓN 1
Nada de lo que veo en esta habitación (en esta calle, desde esta ventana, en este lugar) significa nada.
1. Mira ahora lentamente a tu alrededor, y aplica esta idea de manera muy concreta a todo lo que veas:
Esa mesa no significa nada
Esa silla no significa nada
Esta mano no significa nada
Este pie no significa nada
Esta pluma no significa nada
2. Luego mira más allá de lo que se encuentra inmediatamente alrededor tuyo, y aplica la idea dentro de un campo más amplio:
Esa puerta no significa nada
Ese cuerpo no significa nada
Esa lámpara no significa nada
Ese letrero no significa nada
Esa sombra no significa nada
3. Observa que estas expresiones no siguen ningún orden determinado, ni hacen distinción entre la clase de cosas a las que se aplican. Ése es el propósito del ejercicio. La afirmación debe aplicarse sencillamente a cualquier cosa que veas. Al practicar con la idea del día, hazlo con total imparcialidad. No trates de aplicarla a todo lo que se encuentre dentro de tu campo visual, pues estos ejercicios no deben convertirse en un ritual. Asegúrate solamente de no excluir nada en particular. Desde el punto de vista de la aplicación de la idea, una cosa es igual que cualquier otra cosa.
4. Las tres primeras lecciones no deben hacerse más de dos veces al día, preferiblemente una vez por la mañana y otra por la noche. No deben pasar de un minuto más o menos, a no ser que eso cause una sensación de premura. Una cómoda sensación de reposo es esencial.
Ayuda para la comprensión de la lección:
La primera parte del libro de ejercicios, tiene como objetivo hacernos entender que todas las cosas que percibimos con nuestros ojos, son iguales, que no existe diferencia alguna entre una y otra persona, entre una y otra situación… todo es lo mismo… una proyección de nuestra mente egóica, una sucesión de imágenes sin propósito ni significado, ni relación o conexión alguna con la realidad.
Comenzamos practicando esta lección con los objetos más próximos, para ir poco después extendiendo nuestro campo de visión hacia lo que está más alejado de nosotros.
En un sentido más amplio, comenzamos la práctica del sistema de pensamiento de Un Curso de Milagros, aplicándola a las pequeñas cosas de nuestras vidas, esta práctica nos entrena para alcanzar la maestría que nos permitirá, más adelante, aplicarlo a cualquier evento de nuestra experiencia, por difícil o doloroso que parezca, a todos sin excepción, desde la profunda comprensión de que TODOS SON IGUALES y PROCEDEN DEL MISMO LUGAR.
Los grados de dificultad, dolor o gravedad de un asunto, relación, situación, etc., los establece el ego, es el ego quien establece las diferencias, en realidad no existen niveles, todas las cosas son lo mismo. De ahí que sea fundamental no excluir a propósito ningún objeto, animado o inanimado, de los que se encuentran al alcance de nuestro espacio visual.