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lunes, 19 de julio de 2010

EL EVANGELIO DE TOMÁS SEGÚN PURSAH

Extractos del libro "Your Immortal Reality", de Gary R. Renard, traducido al castellano por Juan Illán.

Estos son los dichos ocultos que J(1) el que vive habló y Judas Tomás el Dídimo(2) recogió:


1.- Y dijo: “Quienquiera que descubra la interpretación de estos dichos no catará la muerte”.

2.- J dijo: “Los que buscan no deberían parar de buscar hasta que encuentren. Cuando encuentren, se sentirán turbados. Cuando se sientan turbados, se maravillarán y reinarán sobre todo”.

3.- J dijo: “Si vuestros maestros os dicen: ‘Mirad, el Reino de Dios está en el cielo’, entonces las aves os precederán. Si os dicen: ‘Está en el mar’, entonces los peces os precederán. El Reino de Dios está más bien dentro de ti, y tú estás en todos sitios. Cuando te conozcas a ti mismo, serás conocido y comprenderás que somos uno. Pero si no te conoces a ti mismo, vives en la pobreza y eres la pobreza”.

4.- J dijo: “La persona cargada de años no debería dudar en preguntarle a un niño pequeño por el sentido de la vida, y esa persona vivirá. Pues muchos de los primeros serán los últimos, y se convertirán en uno solo”.

5.- Conoce lo que está frente a tu cara, y lo que está oculto te será dado a conocer. Pues no hay nada oculto que no vaya a ser revelado.

6.- Los discípulos le preguntaron: “¿Quieres que ayunemos?, ¿Cómo deberíamos rezar?, ¿Debemos dar limosnas?, ¿Qué dieta debemos observar?”. J dijo: “Cuando vayáis a cualquier región y andéis por el campo y la gente os haga entrar en sus casas, comed de lo que os sirvan. Después de todo, lo que os entre por la boca no os profanará; es más bien lo que sale de vuestras bocas lo que os pondrá en evidencia”.

8.-(3) J dijo: “Un pescador prudente echó la red al mar. Cuando la sacó estaba llena de pececillos. Entre ellos encontró un buen pescado grande. Volvió a tirar al mar todos los pececillos y eligió al grande. Cualquiera de aquí que tenga dos buenos oídos debería escuchar”.

9.- J dijo: “Mirad, un sembrador salió, tomó un puñado de semillas y las esparció. Algunas cayeron en el camino y los pájaros vinieron a comérselas. Otras cayeron en las piedras y no arraigaron, y no produjeron grano. Otras cayeron en los espinos y éstos ahogaron a las semillas y se las comieron los gusanos. Y otras cayeron en tierra buena y dieron buena cosecha; rindieron sesenta por cada medida y ciento veinte por cada medida”.

11.- Los muertos no están vivos, y los que están vivos no morirán.

13.- J dijo a los discípulos: “Comparadme con algo y decidme a qué me parezco”. Simón Pedro le dijo: “Eres como un ángel justo”. Mateo le dijo: “Eres como un maestro de sabiduría”. Tomás le dijo: “Maestro, mi boca es completamente incapaz de decir a qué te pareces”. Y lo tomó con él, y se retiraron, y le dijo tres dichos. Cuando Tomás volvió con sus amigos, le preguntaron: “¿Qué te dijo J?”. Tomás les dijo: “Si os dijera una de las cosas que me ha dicho, cogeríais piedras para lapidarme, y saldría fuego de las piedras y os consumiría”.(4)

17.- J dijo: “Os daré lo que ningún ojo ha visto, lo que ningún oído ha oído, lo que ninguna mano ha tocado, y lo que no ha surgido del corazón humano”.

18.- Los seguidores le dijeron a J: “Dinos cómo será nuestro final”. Él dijo: “¿Entonces habéis descubierto ya el principio, de manera que estáis buscando el final? Pues donde está el principio estará el final. Afortunado es el que se pone en el principio. Ese conocerá el final y no catará la muerte”.

20.- Los discípulos le dijeron a J: “Dinos cómo es el Reino de Dios”. Él les dijo: “Es como una semilla de mostaza. Es la semilla más pequeña, pero cuando cae en tierra preparada produce una planta grande y se convierte en refugio de las aves del cielo”.

22.- Cuando de dos hagáis uno, y cuando hagáis lo de dentro como lo de fuera, y lo de arriba como lo de abajo y cuando hagáis sólo uno del macho y la hembra, de manera que el macho no sea macho y la hembra no sea hembra... entonces entrareis en el Reino.

23.- Os elegiré, uno de entre mil y dos de entre diez mil, y ellos se levantarán como uno solo.

24.- Los discípulos dijeron: “Enséñanos el sitio donde estás, porque tenemos que buscarlo”. Él les dijo: “¡Más vale que escuche cualquiera de aquí que tenga dos oídos! Hay luz dentro de una persona de luz, y resplandece sobre el mundo entero. Si no resplandece, está oscuro”.

26.- Ves la mota que hay en el ojo de tu hermano pero no ves el leño que hay en tu propio ojo. Cuando te saques el leño del ojo, entonces verás con claridad suficiente para sacar la mota del ojo de tu hermano.

28.- Me situé en el mundo y los encontré a todos borrachos, y no encontré sediento a ninguno. Vinieron al mundo vacíos y buscan irse del mundo vacíos. Pero mientras, están borrachos. Cuando se sacudan los efectos del vino abrirán los ojos.

31.- Un profeta no es aceptable en su propio pueblo. Un médico no cura a los que lo conocen.

32.- J dijo: “Una ciudad construida en una colina alta y fortificada no puede derrumbarse, ni puede estar oculta”.

34.- J dijo: “Si una persona ciega guía a otra persona ciega, las dos se caerán a un agujero”.

36.- No os preocupéis de la mañana a la noche y de la noche a la mañana por lo que vais a vestir. Los lirios ni se esfuerzan ni hilan.

37.- Cuando os quitéis la ropa sin culpabilidad, y la pongáis bajo los pies como un niño pequeño y la pisoteéis, entonces veréis al hijo del que vive y no tendréis miedo.

40.- Una viña ha sido plantada fuera del Padre, pero como no es fuerte, será arrancada por las raíces y fallecerá.

41.- J dijo: “A quien tenga algo en la mano se le dará más, y a quien no tenga nada se le privará incluso de lo poco que tiene”.

42.- Estad de paso.

45.- Ni se cosecha uvas de los espinos, ni se recoge higos de los cardos.

47.- Una persona no puede montar en dos caballos ni tensar dos arcos. Y un siervo no puede servir a dos amos, o ese siervo honrará a uno y ofenderá al otro. Nadie bebe vino viejo y quiere beber vino nuevo inmediatamente. No se echa vino nuevo en pellejos viejos, o se podrían romper, y no se echa vino viejo en pellejos nuevos, o se podrían estropear. No se cose un remiendo viejo a un vestido nuevo, porque le haría un desgarro.

48.- J dijo: “Si dos hacen las paces en una sola casa, le dirán a la montaña: ‘Muévete para acá’ y se moverá”.

49.- Afortunados los que estáis solos y elegidos, porque encontrareis el Reino. Pues de él habéis venido y a él volveréis de nuevo.

51.- Los discípulos le dijeron: “¿Cuándo tendrá lugar el descanso de los muertos y cuándo vendrá el mundo nuevo?”. Él les dijo: “Lo que estáis deseando que llegue ya ha venido, pero no lo sabéis”.

52.- Los discípulos le dijeron: “Veinticuatro profetas han hablado en Israel, y todos ellos hablaron de ti”. Él les dijo: “Habéis dejado de considerar al que vive y está en vuestra presencia, y habéis hablado de los muertos”.

54.- Afortunados son los pobres, por que vuestro es el Reino del Padre.

56.- Quienquiera que ha llegado a comprender este mundo ha encontrado un mero cadáver, y para quienquiera que ha descubierto el cadáver, el mundo ya no vale la pena.

57.- La Ley de Dios es como una persona que tenía buena semilla. Su rival vino por la noche y sembró malas hierbas entre las semillas buenas. La persona no dejó que sus trabajadores arrancasen las malas hierbas, sino que les dijo: “No, porque podríais ir a arrancar malas hierbas y arrancar trigo junto con ellas. Pues el día de la cosecha las malas hierbas serán más notorias, y se arrancarán y se quemarán”.

58.- J dijo: “Enhorabuena a la persona que ha perdonado y ha hallado la vida”.

59.- Mirad al Que vive mientras estáis vivos. De lo contrario cuando muráis y luego intentéis ver al Que vive, no podréis verlo.

61.- Soy el que viene de lo que está íntegro. Se me dieron las cosas de mi Padre. Por tanto os digo que si uno está íntegro, estará lleno de luz; pero si uno está dividido, estará lleno de oscuridad.

62.- J dijo: “Doy a conocer mis misterios a quienes están listos para mis misterios. No dejéis que la mano izquierda sepa lo que está haciendo la derecha”.

63.- Había una persona rica que tenía mucho dinero. Dijo: “Invertiré mi dinero en sembrar, cosechar, plantar y llenar mis almacenes de productos, para que no me falte de nada”. Estas eran las cosas en las que pensaba su corazón, pero murió aquella misma noche.

66.- J dijo: “Enseñadme la piedra que rechazaron los constructores. Esa es la piedra angular”.

67.- J dijo: “Los que lo saben todo pero carecen de sí mismos, están completamente carentes.

70.- J dijo: “Si sacas a la luz lo que está dentro de ti, lo que tienes te salvará. Si no tienes eso dentro de ti, lo que no tienes te matará”.

72.- Una persona le dijo: “Dile a mis hermanos que dividan las propiedades de mi padre conmigo”. Él le dijo a esa persona: “Hermano, ¿Quién hizo de mi a uno que divide?”. Se volvió a sus discípulos y les dijo: “Yo no soy uno que divide ¿Verdad?”.

75.- J dijo: “Hay muchos esperando en la puerta, pero los que están solos entrarán en la suite nupcial”.

76.- J dijo: “El Reino de Dios es como un mercader que tenía unas existencias de mercaderías y entonces encontró una perla; aquel mercader fue prudente, vendió las mercaderías y se compró la perla. Igual con vosotros: buscad el tesoro que no falla, que resiste donde ninguna polilla viene a comer y ningún gusano destruye”.

79.- Una mujer de entre la muchedumbre le dijo: “Tuvieron suerte el útero que te llevó dentro y los pechos que te amamantaron”. Él le dijo: “Tienen suerte los que han oído la palabra del Padre y la han mantenido de verdad. Porque habrá días en los que diréis: ‘Tienen suerte el útero que no ha concebido y los pechos que no han dado leche’”.

80.- J dijo: “Cualquiera que ha llegado a conocer el mundo ha descubierto el cuerpo, y para cualquiera que haya descubierto el cuerpo, el mundo no vale la pena”.

85.- J dijo: “Adán venía de un gran poder y una gran riqueza, pero no era digno de vosotros. Pues si lo hubiera sido, no habría catado la muerte”.

86.- J dijo: “Los zorros tienen sus guaridas y los pájaros sus nidos, pero los seres humanos no tienen un sitio donde tenderse a descansar”.

87.- J dijo: “Qué desdichado es el cuerpo que depende de un cuerpo, y qué desdichada el
alma que depende de estos dos”.

88.- J dijo: “Los mensajeros y los profetas vendrán a vosotros a daros lo que os pertenece. Vosotros, a vuestra vez, dadles lo que tengáis y deciros a vosotros mismos: ‘¿Cuándo vendrán a tomar lo que les pertenece?’”.

89.- J dijo: “¿Porqué fregáis la taza por fuera? ¿Es que no entendéis que el que hizo lo de dentro es también el que hizo lo de fuera?”.

90.- J dijo: “Venid a mí, porque mi yugo es cómodo y mi señorío es delicado, y encontrareis descanso”.

91.- Le dijeron: “Dinos quién eres para que podamos creer en ti”. Él les dijo: “Examináis la cara del Cielo y la de la tierra, pero no habéis llegado a conocer al que está en vuestra presencia, y no sabéis cómo examinar el momento presente”.

92.- J dijo: “Buscad y encontrareis. En el pasado, sin embargo, no os dije las cosas sobre las que me preguntabais entonces. Ahora estoy dispuesto a decirlas, pero no estáis buscándolas”.

94.- J dijo: “El que busca, encontrará. Y al que llame se le abrirá”.

95.- J dijo: “Si tienes dinero no lo prestes a interés. Más bien dáselo a quien no te lo devolverá”.

96.- J dijo: “El Reino de Dios es como una mujer. Cogió un poco de levadura, la escondió en la masa, y de ella hizo grandes barras de pan. Más vale que escuche cualquiera de aquí que tenga dos oídos.

97.- J dijo: “El Reino de Dios es como una mujer que iba cargada con una jarra llena de comida. Mientras andaba por la carretera, se rompió el asa de la jarra y la comida se derramó detrás de ella por la carretera. Ella no lo sabía, no había notado ningún problema. Cuando llegó a su casa, dejó la jarra en el suelo y descubrió que estaba vacía”.

99.- Los discípulos le dijeron: “Tus hermanos y tu madre están ahí fuera”. Él les dijo: “Los que hay aquí que hacen lo que mi Padre quiere son mis hermanos y mi madre. Son los que entrarán al Reino del Padre”.

100.- Le enseñaron una moneda de oro y le dijeron: “La gente del emperador de Roma nos exige pagar impuestos”. Él les dijo: “Dadle al emperador lo que es del emperador. Dadle a Dios lo que es de Dios”.

103.- J dijo: “Enhorabuena a los que saben dónde van a atacar los rebeldes. Pueden ponerse en marcha, recoger sus recursos Divinos, y estar preparados antes de que los rebeldes lleguen”.

106.- J dijo: “Cuando de dos hagáis uno, os volveréis hijos de Adán, y cuando digáis:
‘Montaña muévete de aquí’, se moverá”.

107.- J dijo: “El Reino de Dios es como un pastor que tenía cien ovejas. Una de ellas, la más grande, se extravió. Él dejó a las noventa y nueve y buscó a la una hasta que la encontró. Después de tanto esforzarse le dijo a la oveja: ‘Te quiero más que a las noventa y nueve’”.

108.- J dijo: “Él que beba de mi boca se volverá como yo. Yo mismo me volveré esa persona, y las cosas ocultas le serán reveladas a esa persona”.

109.- J dijo: “El Reino de Dios es como una persona que tenía un tesoro escondido en un campo pero no lo sabía. Y cuando murió se lo dejó a su hijo. Su hijo tampoco lo sabía. Tomó posesión del campo y lo vendió. El comprador fue a arar, encontró el tesoro y empezó a prestarle dinero a interés a quien quiso”.

110.- J dijo: “Que quien ha encontrado el mundo y se ha vuelto rico, renuncie al mundo”.

111.- J dijo: “Los Cielos y la tierra se presentarán en vuestra presencia, y quienquiera que viva con el que vive no verá a la muerte. ¿No os dije, ‘Para los que se han encontrado a sí mismos el mundo no vale la pena’?”.

113.- Los discípulos le dijeron: “¿Cuándo vendrá el Reino?”. Él dijo: “No vendrá por mirar a ver si viene. Nadie va a decir ‘helo aquí’ o ‘ahí está’. Más bien el Reino del Padre está disperso por la tierra y la gente no lo ve”.


(1) Según Pursah, el hombre a quien solemos referirnos como Jesús de Nazareth se llamaba en realidad Josué. Ella y sus amigos Arten y Gary optaron por referirse a él como J en las obras publicadas por Gary R. Renard. Lo que sigue procede de una de ellas, “Your Inmortal Reality”, que relata una nueva serie de visitas de Pursah y Arten a Gary. Esta traducción está hecha por Juan Illán, quien asume todas sus limitaciones y posibles infracciones de derechos de copyright.

(2) Dídimo significa mellizo y, según Pursah, Judas Tomás recibió este sobrenombre a causa de su misterioso parecido físico con J, de quien sin embargo no era pariente. Según Pursah, Tomás intentó sacar partido de su parecido físico con J para engañar a los romanos y sustituirlo como objeto de la ejecución en una cruz que ya estaba en marcha. J, que sabía lo que él estaba haciendo y lo poco que Tomás comprendía aquello, declinó esta oferta. Los redactores de las novelas que llaman evangelios, probablemente pensaron que una historia de total desamparo, cobardía, negación, abandono y traición por los amigos resultaría más interesante y desafiaría menos los valores del ego.

(3) El dicho que figura con el número 7 en otras versiones del Evangelio según Tomás fue añadido a la versión original, según Pursah. Estos dichos empiezan en el 1, acaban en el 113, y sólo son 70. Todos los saltos de numeración que siguen se deben al mismo motivo.

(4) Según dice Pursah en la pág. 81 de la edición original de Hay House de “La Desaparición del Universo” de Gary Renard, lo que J le dijo a Tomás en aquella ocasión fue:

«Sueñas con un desierto en el que los espejismos te gobiernan y atormentan,
pero esas imágenes vienen de ti. El Padre no hizo el desierto, y tu casa sigue estando con Él.
Para volver, perdona a tu hermano, pues sólo entonces te perdonas a ti mismo».