Nuestro equipo está profundamente inspirado para estar
presentes en el próximo retiro Power of
Power-Conócete a ti mismo, que tendrá lugar en Israel, durante la Semana
Santa de 2014.
Nuestro sentir es que será un retiro tremendamente trasformador
para quienes participen. Cinco días de intenso trabajo que se combinarán con extensas
jornadas a lugares sagrados, serán doce días
de experiencias inolvidables en Tierra Santa.
Muchas personas de todo el mundo se sienten fuertemente
llamadas a unirse a nosotros en este viaje a Israel. Algunas tienen los fondos
para participar, mientras que otras sufren por no tenerlos. Acerca de este
tópico, compartiré lo que he aprendido en lo referente a reclamar nuestra
auténtica y total abundancia en el Espíritu.
En el pasado, cuando una oportunidad de aprendizaje única en la vida, como este viaje a
Israel, hubiera aparecido para que
yo pudiera participar, hubiera
experimentado simultáneamente dos reacciones
opuestas. La primera hubiera sido genuino gozo y un profundo sentir,
confirmando que estaba divinamente llamada a participar en la actividad. La
segunda hubiera sido la inmediata censura o negación del ego por mi entusiasmo.
Hubiera sido bombardeada con toda clase de razones de por qué no sería posible
ir: “¡No tienes el dinero!” “¿Qué me dices de tus responsabilidades? ¿Y tu
pareja? ¿Y tus hijos? ¿Las mascotas?” “¡Eres muy egoísta por ni tan siquiera considerarlo!”.
Este conflicto interno hubiera continuado hasta que
resignadamente hubiera aceptado las angostas limitaciones del ego, reglas y un veredicto
vergonzoso con ello. Para impugnar este
veredicto que parecería ser muy doloroso, cada vez que la situación se asomara,
simplemente aceptaría poner mi Ser en pausa. Hubiera creído lo que el ego me
decía. Lo haría incluso teniendo resentimiento, acompañado de sentimientos de
victimización y envidia, especialmente viendo a otros que parecerían seguir sus
deseos. Y una vez que el dolor resultase insostenible, me entregaría al
Espíritu dentro para que sane la causa fundamental de todo sufrimiento. Esta
causa fundamental es el sistema de pensamiento del ego. Es mi profunda creencia
en mi invalidez, y las consecuencias de privación y pérdida que se derivan.
Y no estoy sola en este comportamiento. Esto es lo que
hacemos en el sueño del ego. Hasta que el dolor por la separación se convierte
en algo insoportable, continuamos dejando al ego dictar lo que cree que
merecemos. El grado de no querer dejar la culpa que atesoramos, determina la extensión en el sentir de
nuestra escasez. Y el tamaño de la culpa que llevamos colgada, determina el
grado en el que nos ponemos bajo el reinado de pérdida del ego.
El punto en el sistema de pensamiento del ego es separarnos
de nuestro Santo Ser y de la infinita provisión del Espíritu. Nos convence de
nuestra culpa, por eso hace hasta lo
imposible para restringir nuestro gozo y limitar severamente nuestra abundancia.
Al mismo tiempo actúa compulsivamente para inhibir, regular, torcer y detener
nuestro natural flujo y guía interna.
Dar rienda suelta al
reinado del ego es lo opuesto a confiar en nuestro propio y profundo
guía interno. ¡Por supuesto! Dios perdona si nosotros actuamos con precaución y
dudamos de lo que antes oíamos, y decidimos confiar en la Voz, todavía débil, dentro
de nosotros. Todo el Cielo se abrirá, literalmente!
Traducido por Martha Aida de Ochoa